24 abr 2007


Un gato no es un andén lleno de obesosos fantasmas,

Si es un conjunto de espacios sigilosos que contienen diversos infinitos bien picaditos a mano.

También es una gran mentira peluda de algún dios opaco y habilidoso.

Eso si, un gato jamás será un anuncio de zapatillas deportivas con nalgas ardientes y atractivas,

Prefiero buscarlo en el Nodiccionario de indefiniciones escrito por nadie y que me esta impedido leer.

¿Acaso un gato, enemigo de palomas y nubes rosadas, está siempre al acecho de una gota de sangre resbaladiza?

¿Acaso un gato, con esa eterna mirada de “estoy muy lejos dentro mío”, se ha comido las primeras estrellas del cielo de un dormidor de sueños emitidores de transpiración?

El gato.

El gato.

El gato.

Me gustaría regalarte este montoncito de letras que ha salido de mis dedos.

Y también, ya que estamos, pedir que no hagan más películas con presidentes negros de los Estados Unidos a los que siempre les toca bailar con la más fea.

Esto ultimo esta fuera de contexto. ¿Que contexto?

Oriel Zolrak

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5 comentarios:

Unknown dijo...

"un gato jamás será un anuncio de zapatillas deportivas"...seguro me las destruyen con sus unas rascándose energicamente, según mi ex es un cariño que te hacen,... las bol...pero sí son la creación de un dios habilidoso.Saludos Carlos, mortal tu gato!

Loredana Braghetto dijo...

viene largo esto, pero igual...

Oda al gato


Los animales fueron
imperfectos,
largos de cola, tristes
de cabeza.
Poco a poco se fueron
componiendo,
haciéndose paisaje,
adquiriendo lunares, gracia, vuelo.
El gato,
sólo el gato
apareció completo
y orgulloso:
nació completamente terminado,
camina solo y sabe lo que quiere.

El hombre quiere ser pescado y pájaro,
la serpiente quisiera tener alas,
el perro es un león desorientado,
el ingeniero quiere ser poeta,
la mosca estudia para golondrina,
el poeta trata de imitar la mosca,
pero el gato
quiere ser sólo gato
y todo gato es gato
desde bigote a cola,
desde presentimiento a rata viva,
desde la noche hasta sus ojos de oro.

No hay unidad
como él,
no tienen
la luna ni la flor
tal contextura:
es una sola cosa
como el sol o el topacio,
y la elástica línea en su contorno
firme y sutil es como
la línea de la proa de una nave.
Sus ojos amarillos
dejaron una sola
ranura
para echar las monedas de la noche.

Oh pequeño
emperador sin orbe,
conquistador sin patria,
mínimo tigre de salón, nupcial
sultán del cielo
de las tejas eróticas,
el viento del amor
en la intemperie
reclamas
cuando pasas
y posas
cuatro pies delicados
en el suelo,
oliendo,
desconfiando
de todo lo terrestre,
porque todo
es inmundo
para el inmaculado pie del gato.

Oh fiera independiente
de la casa, arrogante
vestigio de la noche,
perezoso, gimnástico
y ajeno,
profundísimo gato,
policía secreta
de las habitaciones,
insignia
de un
desaparecido terciopelo,
seguramente no hay
enigma
en tu manera,
tal vez no eres misterio,
todo el mundo te sabe y perteneces
al habitante menos misterioso,
tal vez todos lo creen,
todos se creen dueños,
propietarios, tíos
de gatos, compañeros,
colegas,
discípulos o amigos
de su gato.

Yo no.
Yo no suscribo.
Yo no conozco al gato.
Todo lo sé, la vida y su archipiélago,
el mar y la ciudad incalculable,
la botánica,
el gineceo con sus extravíos,
el por y el menos de la matemática,
los embudos volcánicos del mundo,
la cáscara irreal del cocodrilo,
la bondad ignorada del bombero,
el atavismo azul del sacerdote,
pero no puedo descifrar un gato.
Mi razón resbaló en su indiferencia,
sus ojos tienen números de oro.


Neruda, cómo no.

F. G. Aleman dijo...

¿Contexto felino?

Carlos Leiro dijo...

Bellisimo, Loredana muchas gracias por tu aporte.

Simink® dijo...

que ternura tu anaranjado minino... noto algunos cuadros y dibujos tuyos por ahi atras jejeje... saludos!

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