El 23 de diciembre la llevan a la peluquería, el 24 la llevan a la casa y la sientan a la izquierda de la cabecera de la mesa, come un poco de vitel toné, un poco de pollo con ensalada, un pedacito de pan dulce, a las 12 brindan y reparten los regalos, a ella le toca siempre un monedero y una toallita. De inmediato llega el remís que ya se había pedido y la deja en su casa, o mejor departamento 3ro “C” 

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No mas que pintura barata que el olvido deshace fácilmente,
Ni un eructo del demonio, ni un resplandor divino,
Solo un escaso tiempo pirañas y mantarrayas malheridas,
No más que un salto inicial, o un cascabel arrojado al barro,
La hostil boca del creyente, la savia del tabaco bajo el sol,
Quizás sí, empecinada criatura con dientes sabor hierro,
El refugio de aquel que empezó el incendio de una selva,
Otra selva, y otra, y otra, y otra, y un bosque, y otro, y otro

¿Se cae o no se cae? 

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Por las noches, antes de dormir, imagina que es un héroe que mata a los malvados con flechas doradas. Hay que ver quiénes son los malos para él 

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Las miradas flotan en el mar atardeciente,
Demasiada sal para alguna lagrima aburrida,
Tiburones sin aletas y sin colas, sin colas ni aletas,
Tiburones arrojados desde la ambición flotante,
Tiburones muertos con agallas vivas, ojos vivos,
Miles de redes perdidas unen rayas y tortugas,
Anzuelos que atraviesan cien cardúmenes de cobre,
De tanto en tanto una mariposa se vuelve marina,
Vuelanada mares oxidados y se posa en un arpón,
Arpón blanco con uñas incrustadas de un rengo capitán,
Las miradas han visto un coral crucificado, cruz espuma,
Que ha dejado los colores en la roca, en los ausentes peces,
Las miradas continúan el viaje evitando trópicos y ecuadores,
Un único deseo, alcanzar al último delfín, después ¿Tú lo sabes?

Somos un montón de bacterias empecinadas,
Increíblemente empecinadas y astutas,
Unidas en destino multinupcial y hasta la muerte,
Desde que nacen se unen y caminan al lugar destinado,
Vaya a saber porque magia son piel o musculo o neurona,
Con sabiduría nos han hecho creer que somos singulares,
Que somos humanos, como vemos a los gatos o ballenas,
Con destreza sin igual concibieron el dolor y el placer,
Hasta la lagrima y la risa, la ira y el deseo, la dicha y el sudor.
Ellas nacen y mueren sin pena, hacen y hacen sin cesar,
Mueren y viven más allá de nuestra ilusión de creación y muerte
Muchos dirán que esto es blasfemia pero la religión no las roza.
¿Por qué nos sorprende la posibilidad de un marciano?
¿Por qué no nos maravilla este milagro diario?
Es por esto que acabo de nombrar que creamos "el cotidiano"

De casa al trabajo y del trabajo a casa. Bueno nunca encontró al trabajo, hasta que se inventó el GPS que él no pudo comprar porque no tenía trabajo 

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Operaba a todas las rayas para encontrar el Mickey Mouse arquetípico 

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Te animarías a mostrar tu paladar lleno de vidrios y clavos. Si lo tapás con esa sonrisa de cristal no se ve 

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Los colores arrestaron a mis ojos,
Ahora están en la penúltima celda,
Atentos a unos pies amenazados,
El pan nuestro de cada día que es…
Moho y remembranzas de trigo,
Cada tanto un carcelero trae las velas
De barcos que no terminan de implorar,
Las lágrimas son sentenciadas,
Ni sal ni labios, ni lenguas salvadoras,
Continuar las formas de las manos,
Para guardar los latidos en los puños,
Tan solo, tan tanto.

Antes de congelarlo tenía ganas de orinar, 1500 años después lo descongelaron y orinó 17 minutos 

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"No eres el fin de la evolución, eres un pequeñito eslabón" pluma y tinta s/papel, 50 por 70 cm sin marco

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Bailemos el sueño de una mandarina partida,

Tres manos atravesadas por un viejo clavo,

Un acantilado que mastica barcos y medusas,

Un río se suicida en un blanco océano,

Recemos sin palabras quemadas en altares,

Tres dientes amarillos que no quieren reír,

Un soldado que asesina veinte siglos,

Una pierna olvidada entre los cardos,

Cantemos entre rojas bañaderas,

Tres magos mentidos y asesinados,

Un copo de nieve atragantado,

Una madrugada descubriendo las gargantas,

Bailemos, al fin, con las piernas fracturadas por el sol.

Al principio eran cartas de amor, ahora son cartas documento 

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Lo estoy dibujando en/papel 50 cm por 70 cm pluma y tinta

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Como le hinchaban las pelotas salir de vacaciones con los tres hijos 

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Cuando robaron los espejos,
Cuando escondieron la tinta,
Cuando derritieron los escalones,
Un tigre respiró corderos blancos,
Un jabalí lamió una esmeralda agonizante,
Un caballo mordió a un General bronceado,
Duerme niño no te dirán nunca nada de unos Reyes,
Duerme niño no te bautizaran con agua de mármol,
Duerme niño no eres ni serás culpable del placer genital.

Así bailaban el vals, año 131 Post Internet 

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Érase una vez…la Cenicienta… Bla ,bla, bla… y fueron felices…. Bueno tuvieron dos hijos, ella resulto una abusadora, él un estafador que fue preso y los chicos fueron dados en tenencia a la bruja de Blanca Nieves. 

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Los amantes de la diosa Caracol 

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Él soñaba con besarla. 

Ella ni siquiera soñaba 

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Construir templos en los paladares,
Maderas húmedas mascando sal y hierro,
Un tallo espinoso y una mujer jadeando,
Pintores verdes dan color a esófagos famélicos,
¿Qué estrella miran cuando creen en ese dios?
Lo que no se escucha se haya herido bajo la lengua,
Las heroicas fuerzas de un átomo extraviado,
No hay tú, no hay yo, escupir el no saber,
Un tajo agrio en el blanco absoluto y criminal,
Una letra después de acariciar yema contra yema,
Babeantes, los nombres salvadores encuentran un suelo,
Solo para para la ilusión de estar parados, con miedo.

Pisar cadáveres después de una guerra de lluvia y hielo,
Todos los sonidos de la muerte en un paso que no se da,
No matarás a matarás, matarás a no matarás, quietos ciervos,
Solo filos infectados que derrumban, crean ríos necesarios,
El padre no puede matar al hijo, solo los dioses y la piel rígida pueden,
Esquirlas de batallas demasiado lejanas para herir el pecho erguido,
Vientres más lejanos que duelen y encorvan, el sudor que se hace aroma,
Cierra los ojos sobre los ojos bajo los ojos, pero sigue mirando,
No será el cartero, no será el mensajero, no será el embajador,
Entre el suelo y los pies el sendero,
Sendero sin huellas,
Sendero herido por el mar.

Clonazeklaus

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Él es uno de lo que puede esperar tranquilo la vuelta de los jipies. Su padre le dejó una gran cuenta bancaria 

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La confusión de los tendones, el olvido de las venas,
Ya no hay líquido, si lo hubo escapó en rojos y rojos,
Las gargantas selladas enhebradas a un corazón,
Los dedos rezadores para ser lentas raíces,
Las uñas que nunca sabrán escupir a los caracoles hielo,
El sol apresura todo, la luna lame el ritual azucarado,
Un cráter en el esófago delata a las miradas huidizas,
Todos están en esta procesión sin rodillas, congelada, violenta,
Todo es vela caliente arrojada sobre hormigas frescas,
Nadie sabe dónde está el centro, no hay detenidos,
Ninguno aguarda cielos multiplicados por tres,
Uno es el pasajero,
El no avisado,
Todo el resto se aleja sin decir, ni siquiera los labios,
Solo el hígado se queda para esperar al buitre,

¿Un águila?

De su casa al odontólogo y del odontólogo a la casa de dientes de vidrio, y así, y así, así 

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Haciéndose: “del circo a la peregrinación”, tinta y pluma sobre papel, 50 por 70 cm 

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El hombre lengua tapa de cacerola supura ojos y no puede dejar de ver los caminos que ha tomado 

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Tenía un pene que parecía el caballo del zorro. Recorrió canales de TV, teatros y los últimos circos que quedaban pero a nadie le interesaba 

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Oía todas las conversaciones. Luego recordó a Van Gogh 

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Orinar con el gato sobre su hombro derecho,
Elegir las tijeras de madera para cortar ojos color café,
Hervir la sopa, la sopa simple de cabellos de ángel,
Lo otro le parece otro porque es frío o caliente,
Un dedo se marchita aunque Pedro lo regaba,
Los lobos sin boca se destrozan intentando devorar un venado,
Cada cinco meses se cambia de venado, no sabe por qué,
Cuando enferman se quitan el nombre, después verán,
Si se mueve un paso a la derecha lo dicho no existe

¿Pendiente o amuleto? , tinta/papel 70 cm por 90 cm con marco

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Toda tu boca se cae, se cae hecha cristal,
El universo huele a sal roja ¿aromas rojos?
Tu nombre se retuerce y huye,
Es el miedo, el miedo fundador,
Ya no tienes dientes que muestren el miedo,
Tus ojos se colocan la máscara de mirar,
Tu mirada clava tus pestañas en tus ojos,
Estas confundido, no por tus pies izquierdos,
Estas confundido, el cuello ya es líquido,
Tiemblas y admiras,
Tiembla tu miedo, admira tu razón,
¿Tu poca razón?
Las ilusiones dejaron de vestirte,
Tu piel duele también tu sonido viejo,
Solo inundarse de otros ¿Y partir?
¿De dónde a dónde?
No se parte, solo ser un no saber…

Casi finalizado "¿Pendiente o amuleto?"

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Greenpeace organizó un mural colectivo en su campaña para lograr conciencia de mantener el Ártico sin explotaciones petroleras. Muchas personas colaboraron y se produjeron muy buenos trabajos, algunos se pueden ir viendo en Greenpeace Argentina. 

Aquí les muestro mi colaboración

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La cara pepitas de mandarina blanca,
Inventa un sol y lo desinventa,
Inventa un sol y lo desinventa,
Inventa un sol y lo desinventa,
Dormita ahora su voz de agua hervida,
Sueña con sopa de talones,
Sueña y sueña, despierta y despierta,
Escribe cartas en las espaldas arqueadas,
Nadan a sus destinos sin mojar las espaldas,
Ciento veinte dardos los esperan,
Ciento veinte en un solo muslo,
Llegan las espaldas, caen y escupen fiebre,
Se acercan los ojos,
Se acercan los ojos que no saben leer

Luna adicta a meteoros azules y de sabor “me enojé anoche” 

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Todos los rojos atados a una oreja,
En cambio los azules oscurecen temprano,
No intentes mirar al techo hasta octubre no existe,
No eres alérgico a las estrellas, eres o erres,
Si te robaron los reyes magos eres adulto,
No se muere de amor quizás sí por no creer en el amor,
El todo es ilusión por eso inventamos el cotidiano,
“No mataras” hasta que te llaman a la guerra,
Y ves obispos bendiciendo armas en ambos bandos,
El diente de un tigre idiota se llevó a los obispos,
Otro diente, de una orca abrirá tu pecho,
Desconoce de rituales y no sé cómo arrancará tu corazón,
Anda tanta gente sin corazón, gente labios blancos,
Gente sin orejas para atar los rojos.

Singular mutación de un hombre que vivía en planta baja de un edificio de 25 pisos y que se alimentaba de lo que arrojaban de los pisos superiores. Su lengua analizaba, catalogaba y seleccionaba los elementos comestibles 

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¿A quien le pido? 

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Nadie, nadie sabe que esconde en su puño izquierdo 

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Escenas de un corazón desnutrido 

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La vejez es una mierda y punto 

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Anoche fue azul, sus manos fueron azules, sus dedos fueron azules, las yemas de sus dedos fueron azules, Fernando Otero

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Desde las fosas nasales, tinta/papel 70 cm por 90 cm con marco 

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“Los artistas deben ser flacos y demacrados” repetía, repetía, repetía sin parar 

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Era divino, sexy, culto, campeón de bochas, pero ese aliento… ¡Y como se lo digo? ¡ Le compro un cepillo eléctrico? 

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Las palabras mudan de piel cual serpientes y no es fácil,
Un día los deltas dejaran de elegir el negro y el azul,
Un día las gargantas se poblaran de dagas para trozar y destrozar,
Un día las manos volverán a buscar barro y agua sucia,
Carne congelada de pescado aun respira en mi heladera,
Y el sillón para cuatro es lugar para un mentón apoyado en una mano,
Los teléfonos se hicieron polvo entre martillos, orejas y un simple yunque,
La obesidad es una cualidad sagrada de un dios con demasiada eternidad,
Este es el juego de las escondidas, que se interrumpe con el hambre,
Que hoy no siento, que muchos sienten pero no tienen el azul,
Tampoco el negro, el oscuro líquido y una pluma hecha de paja.

Con la mano derecha escribía las verdades con la izquierda las mentiras. Aunque últimamente no tenía bien en claro que mano usar 

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Había encontrado esta espina en una esquina de Baltimore, la utilizaba para sacarse la carnecita entre sus dientes después de comer hamburguesas. Lo que no sabía es que la espina había formado la corona de un tal Christos 

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Él era un ángel guardián de un tal Philip T, pero este se fue volviendo un hijo de puta y no lo cuidó más, se fue a dormir una siesta celestial 

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Intentando un poema para ti, tropecé con un olvido y con escamas enemigas,
Corrí, busqué letras y canciones, rulos de azul tinta en hojas sin ojales,
Escondidos los acentos… las llaves se retuercen, la puerta cede,
Una enorme mariposa, con alas de calcios y violetas, cayó a mis pies,
Construí una boca, la acomodé entre sus ojos, palabras lentas, lisas, saladas,
Habló de locuras de una uña segadora, de mieles rojas y un pasillo añejo,
Habló de valles acumulados entre ciudades y cuerdas y un pesebre, una roca,
Habló de un mediodía que se disfrazó de amanecer, y de una noche,
Aquella noche, estrellas y asteroides se unieron y acorralaron al sol, jotas heladas,
Calló, cayó su boca, hice abrazos de suspiros y canción de un río interno,
¿No se como lloran las mariposas? Ella lloró y amaneció entre hojaldres y amapolas,
Tú, tu poema, mis pobres manos, mi pobre y negra tinta, mi espalda derrotada,
Tú, mis pasos ansiosos, mi búsqueda inútil, los versos que saltan de la pluma,
Tú, tu frente, tus comisuras, tus cejas, tu cabello, boto en el pozo los inútiles adjetivos.
Tú, y yo tan lejos.

Las heridas de un gato

Una brisa repleta de tumores recordados de memoria,
Brisa baja, goteando agrios, arrastrándose entre pulgones de sílice,
Una aguja que sigue la forma de mi esófago y de mis “No sé”,
No quedan brujas tibias a estas horas tan solo las púas olvidadas,
Relleno las líneas de mis manos con alcohol y parpados secos,
Pinto un cementerio con colores de Gauguin, el hedor es otro tema,
Cada movimiento tiene un coro de grietas que se acercan,
El mejor dios no crea paraísos sino olvidos que olviden el olor

"¿Siete mas uno?"

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Hombres , gatos y Damascos

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Tenía el celular más caro pero no sabía cómo agarrarlo y hace seis meses que trata de encenderlo y no puede. 

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Si bien era herbívoro le encantaban los mejillones a la provenzal aunque nunca los había probado

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"Juguemos en la heladera mientras el calentamiento global no está"

Acrílico sobre puerta de heladera, 120 por 60 cm

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"Juguemos en la heladera mientras el calentamiento global no está"

Acrílico sobre puerta de heladera, 120 por 60 cm

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Toda la gente conocía su problema. Él trataba de verlo y cuanto más se esforzaba el problema se hacía invisible a sus ojos. ¡Ojo! Eran unos amigos, unos pocos, que se lo señalaban y él no podía verlo 

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avanza el trabajo

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Dibujo en un ómnibus, Villa General Belgrano, Capital Federal. Rezar para ir al infierno 

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La mayoría elegimos la comodidad él en cambio decía sus pensamientos mientras bailaba desnudo en las plazas públicas 

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Nuevo objeto en mi casa “a la huela a la huella”

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