Dios con depresión porque es a imagen y semejanza de los humanos
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Una ciega cabeza de vaca, Fragmento, oleo sobre tela

Una lagrima fría,
Y tu cuello, terciopelo,
Tus hombros heridos, sombra,
Tus ojos, piel sin piel,
Tu boca, las palabras que dirás,
Tus labios, huellas de un ala,
El camino de tu respiración,
Tu sangre dejando tibio el aire,
Caminas,
Y aquí estoy, volando entre músculos,
Mi boca, metal de la mañana,
Mis ojos, inquieta espesura de colores,
Mi cuello, estricto, erguido,
Mis hombros, con lunares rojos,
Mis labios, playas sinfín,
Mi sangre acariciando venas,
Camino,
Una lagrima fría.

Luna con colesterol
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Fracturó los instantes con luz ámbar,
Ató espacios con su piel y viejos huesos,
Y sentado miro un cielo suyo,
Pensó en no pensar y en pensar no pensó,
Con una cucharita recogía aire y lo vertía en su garganta,
Áspero aire con aroma a roble,
Despego uña por uña de sus dedos,
Armo casitas y una carretera,
Construyo un antiguo beso,
Y supo que era hora de partir.

Cuando tenia 4 años sabria que sería artista???

Amar ¿carne y hueso? ¿Tinta y papel?
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Sin titulo aun, tinta y pluma sobre papel, 50 por 70 cm
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Asesino de colores, primero fue por el azul y ahora va por el rojo Clic en la imagen para agrandar

Busqué un sillón, que no existía, para escuchar tus pasos,
Me sumergí en mi ojo para no ver aquel ocaso de abrazos,
Mis dientes, metal, saliva salada,
No escuche ningún adiós,
Un mil años atrás,
Comencé a fabricar secos barriletes,
Ahorque una estrella y no se cual,
Caminé sobre una astilla que latía,
Soñé, con las sombras de una ausencia,
Soñé con la caricia,
Soñé mi cabeza hundiéndose en la almohada,
Corrí detrás de un calor, quizás una Julieta,
Cansado aun corrí y supe,
Que de arena eran mis arterias,
Maravillado, bajo un árbol respirante,
Verde mundo de hojas,
Verde,
Supe también que nadaba y que no había fin,
Pero temblé, y no he parado de temblar,
Grité, suplique por aquello sólido,
Y supe que nos callamos la ceguera,
Azul, azul de piedras heridas,
Y la imposibilidad de enviarte aquel sonido,
Tambaleante corté mi pelo y mis dedos,
No hubo sangre, solo ínfimas despedidas,
No supe quien era, pero quería besar un miedo,
Lloré un cuerpo rosa y una voz,
Y en ese cuerpo un tiempo de piedras pulidas me quedé,
De allí no huí, me fui despacito, pasos cortos,
Quise hacer de un mar un cometa,
Enviarlo, y esperar, esperarte,
Sentado sería mejor,
Sentado estaba bien,
Jugué con un castillo, pero salió tan frío,
Necesité tu mano y la imagine tan tersa,
Quizás se amaron, quizás no,
Desperté, ¿Desperté?, no de ti,
Escalé mi gato y me encerré en su oreja,
Fabriqué lentamente muchas manos para taparme,
Pero no los ojos,
Me di cuenta que el gato era acariciado,
Y no era tu mano,
Dormí, para disolver un gato soñado,
No pude y trague agua salada,
Hundiéndome, sin playa, sin isla,
Plateado y vientre azul,
Y un olvido de luz,
Un olvido de luz
Un olvido.

Hombre que tiene la suerte de tener un solo hombre dado vuelta dentro de él
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Tinta sobre papel "La piedad de la lloradora de ojos" 50 por 70 cm
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