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¡Chicos a cenar!
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31 jul 2013
29 jul 2013
25 jul 2013
18 jul 2013
Nunca escribas la palabra “sangre” en la primera frase,
Si dices “sangre” nadie pensara en una primavera con una casita hecha de sangre,
Si dices “sangre” te estás olvidando de la saliva, de las lagrimas y la orina,
Si dices “sangre” no pensaran en Buda pensarán en Cristo quizás,
Cierra los ojos frente a una lámpara y veras como el negro se vuelve rojo,
Nunca escribas “sangre” en la última frase
Si dices “sangre” nadie pensara en una primavera con una casita hecha de sangre,
Si dices “sangre” te estás olvidando de la saliva, de las lagrimas y la orina,
Si dices “sangre” no pensaran en Buda pensarán en Cristo quizás,
Cierra los ojos frente a una lámpara y veras como el negro se vuelve rojo,
Nunca escribas “sangre” en la última frase
15 jul 2013
14 jul 2013
Pequeña gota que recorres aristas y poros
¿Duermes si me duermo?
Enorme cuando te fuiste,
Mis nervaduras atacaron como serpientes,
Pero la piel va cayendo en un balde oxidado,
¿Como inventar este espacio entre mis sueños?
Regalar acaso el tacto de mi mano dibujante.
Aquí, no sé donde, ni quien, ni tres cuandos,
Aquí generando saliva aguda, finamente gasificada,
Respirando aire con pelos y uñas viejas,
Ya he sido, trago y no digo, no digo ¿escribo?
Llega un otoño, acaso rojo, rojo por tres,
Llega y sé que volverá a irse,
Ya sin rostro, ni voz siquiera,
Sumerjo la cabeza en ese océano de piel clandestina,
Sin tomar aire suficiente, solo para un descanso amarillo.
Sin espalda, o sin espejo para ver mi espalda,
Sin.
¿Duermes si me duermo?
Enorme cuando te fuiste,
Mis nervaduras atacaron como serpientes,
Pero la piel va cayendo en un balde oxidado,
¿Como inventar este espacio entre mis sueños?
Regalar acaso el tacto de mi mano dibujante.
Aquí, no sé donde, ni quien, ni tres cuandos,
Aquí generando saliva aguda, finamente gasificada,
Respirando aire con pelos y uñas viejas,
Ya he sido, trago y no digo, no digo ¿escribo?
Llega un otoño, acaso rojo, rojo por tres,
Llega y sé que volverá a irse,
Ya sin rostro, ni voz siquiera,
Sumerjo la cabeza en ese océano de piel clandestina,
Sin tomar aire suficiente, solo para un descanso amarillo.
Sin espalda, o sin espejo para ver mi espalda,
Sin.
Carlos Leiro
10 jul 2013
7 jul 2013
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Una nueva concepción científico-religiosa. El hombre como desecho de quirófano divino
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6 jul 2013
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Miró la puerta, pero solo era el viento, y pensó: Solo me quedan seis
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5 jul 2013
2 jul 2013
1 jul 2013
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