Ahora es ateo, un mes antes de morir se volverá creyente y hasta se sabrá el ave maría de memoria 

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Esperando,
Un disfraz de hemoglobina para un océano alcohólico,
Caminar junto a ellos, ahora sí, ahora no, ahora tampoco,
Esperando en la fila, azul es la puerta donde quitan el color del cuerpo,
Esperando, mirando hacia abajo, sosteniendo mentones y mandíbulas,
Observando la vejez derramada en las pecas de un pecho seco,
Dando vueltas para atrapar el mareo, apalearlo, escupirlo en el ojo de un pez,
Esperando, inmóvil, la saliva deshace la escultura que se intenta,
Llueven hombros sobre las rodillas, evaporan pies y tobillos, seis pies,
Esperando, aun no se inventaron los espacios para medir el tiempo,
Esperando, persistir, conseguir, divertir, oprimir, invertir, destruir,
Cielos ciegos ciegan cielos, suelos ciegos ciegan suelos, no más,
Esperando ¿pueden aburrirse si hay miedos entre paladar y lengua?
Miedos entre paladar y lengua,
Paladar y lengua,
Lengua,
Tu lengua.

Detalle de " El leñador, el botox y la abuela" 

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Negros bolivianos de mierda, piensa el muchacho sentadito, vienen acá, nos sacan el trabajo y después se vuelven. Encima se atienden en hospitales o sea que le pagamos la salud 

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“Vamos a necesitar muchas Piedades”, pluma y tinta sobre papel, y miden 70 por 50 cm sin marco 

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Sueño numero 9

Arroja toda mi sangre al océano y el mar no cambiara su sabor,
Cierro mis ojos y el rugir de las imágenes atronan parpados y perfiles de mis manos,
Envuelvo mi corazón loco en metros de suave seda, seda virgen, santa,
Pero la seda se vuelve arpillera y mi corazón es agua que se retira,
Nada más atroz que la sombra de la mirada perfecta, no hay un punto original,
Puedo asegurarte que he caído en una pendiente de esferas filosas, no imagines,
Jirones quedan, perseverantes, para no olvidar y relatar aquella historia, una y otra vez,
Un sueño destroza un olvido, se queda con ínfimas astillas para armar una “no” historia.
Cascada de suturas, arenas lentas, metal crucificado, un rio sin fin, un jabón asqueado,
Libros con letras de saliva, nauseas disfrazadas de semillas, dodecaedros ahorcados,
Sigue el desfile, un desfile de aortas sin latidos, por ausencia. Te libero.
Dejo una luz en el centro de mi hogar y sin rezar vuelvo a mi cama,
Mis huellas siguen temblando, doble almohada para sueños que acechan,
Sobrevolando, estos sueños, la vieja tela de una sabana compañera,
Un vaso de olvido tenaz por esta noche, un vaso de nunca mirarás tu nuca.

Así como lo ves con esa cara de santo, las lombrices lo tienen catalogado como enemigo número uno 

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Los que se sentaron 

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El hijo que Dumbo no reconoció jamás. No había prueba de ADN en aquellos días. 

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El terrible castigo de los sueños perfectos 

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El leñador, el botox y la abuela 

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No hay más que olas, tercas olas que transpiran nuevas olas,
Bestiales olas filosas que dejan cabezas de leones en la arena,
Dientes de agua diferente, agua que muerde el agua, agua muerta,
La sal aviva las heridas, no hay gritos pues no habrá bocas ni saliva,
Olas obesas escupiendo piedra roja entre metal que flota,
Estrellas idiotas, derrotadas, sin el cielo preciso, elemental,
Universo derrotado por una ola invisible, vertical, perfecta,
Lunas que no saben respirar, horizonte asesinado,
Sin color no hay sangre, sin olor no hay miedo,
Olas sin centro, sin el punto esperable, aliviador,
No hay más que olas, sin mar, sin océano, ni moléculas,
Olas secretas sobre olas erguidas sobre olas destrozadas,
Olas

¿Cuál es la huella? 

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Para conseguir sus cinco minutos de fama había engordado para entrar en el reality de los gordos. Cuando logró el peso el programa ya había pasado de moda 

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