Esa mujer cuyo pelo es de papel y cuya piel es de lápiz negro Clic en la imagen para agrandar |
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30 dic 2010
29 dic 2010
Demasiado amarillo para que te regale un lago,
Prefiero intentar con una tajada de Venus,
Creo que mejor sería una hoja agitada por vientos, secos,
Ahí esta, un Olifante, me hechiza esa palabra tanto como Leviatán,
Ese verso anterior se escapó de su espacio repleto de brillantina,
Otra vez el verso anterior se rebela y ataca espacios que no corresponden,
Odio cuando mis manos no se deciden a cortar un verso donde corresponde, repito corresponde,
Acabo de expropiar mi ombligo para avisarle a mis manos que paren con esa obstinación,
Decididamente mi carrera como escritor rimbombante y prestigioso empieza a diluirse,
He de usar mis métodos mas exasperantes y para ello acabo de morder mi pulgar, pero me duele a mí, no al pulgar,
Estas palabras son insensibles a mi sensibilidad, que es un don que tengo desde que me cortaron el cordón umbilical que dicen que no duele y a mi me dolió,
Acabo de recibir una carta documento de la Real Academia Española para que me exilie en alguna galaxia no muy cercana,
En algún momento la imagen de un perro iba a ser parte de este poema de miércoles donde la palabra “perro” no es conveniente a la música del poema,
Lo único importante era que perdí mi alicate y tengo una uña de mi pie derecho muy larga,
Olifante es una bella palabra y por lo menos apareció en este poema extra ordinario dándole un touch literatulezco
No pienso corregir ni una coma,
Nunca,
Jamás,
No.
Mentira, corregí un para de tildes.
Prefiero intentar con una tajada de Venus,
Creo que mejor sería una hoja agitada por vientos, secos,
Ahí esta, un Olifante, me hechiza esa palabra tanto como Leviatán,
Ese verso anterior se escapó de su espacio repleto de brillantina,
Otra vez el verso anterior se rebela y ataca espacios que no corresponden,
Odio cuando mis manos no se deciden a cortar un verso donde corresponde, repito corresponde,
Acabo de expropiar mi ombligo para avisarle a mis manos que paren con esa obstinación,
Decididamente mi carrera como escritor rimbombante y prestigioso empieza a diluirse,
He de usar mis métodos mas exasperantes y para ello acabo de morder mi pulgar, pero me duele a mí, no al pulgar,
Estas palabras son insensibles a mi sensibilidad, que es un don que tengo desde que me cortaron el cordón umbilical que dicen que no duele y a mi me dolió,
Acabo de recibir una carta documento de la Real Academia Española para que me exilie en alguna galaxia no muy cercana,
En algún momento la imagen de un perro iba a ser parte de este poema de miércoles donde la palabra “perro” no es conveniente a la música del poema,
Lo único importante era que perdí mi alicate y tengo una uña de mi pie derecho muy larga,
Olifante es una bella palabra y por lo menos apareció en este poema extra ordinario dándole un touch literatulezco
No pienso corregir ni una coma,
Nunca,
Jamás,
No.
Mentira, corregí un para de tildes.
26 dic 2010
Observó diez veces su rostro y diez veces le dio asco,
Sus mejillas filosas cubiertas con alas de mosquitos,
Sus cejas de miel negra, sus labios heridos, absurdos,
Su mirada salpicada de rojos y amarillo inútil,
Unas pocas palabras ocultas detrás de unos pocos dientes,
Sabiendo que sus uñas son ahora de cartón, viento y un tren,
El pelo sacudido por vapores horizontales, toscos, indecisos.
Empapeló esa "mañana" y la guardó en el ropero con las otras,
Sus ojos limpian con lavandina las hurañas pestañas, blancas,
Dios sigue cayendo por su pierna rumbo a mi pie compasión,
Dios atraviesa cada suelo. No ríe porque nunca fue humano.
La bendición de una hojalata, el camino de la fruta caída,
No hay pecado, nunca lo hubo, no hay misas, no hay inciensos.
A lo sumo, la grosera palabra, la que hiere, “arena y aire”
“arena y aire”, la caracola sombra del pañuelo que le seca,
Su frente buscacielos, su menton buscasuelos, una vena,
Nunca termina, tampoco vuelve,
Y como todos los domingos escuchar sentados en una puñalada.
Sus mejillas filosas cubiertas con alas de mosquitos,
Sus cejas de miel negra, sus labios heridos, absurdos,
Su mirada salpicada de rojos y amarillo inútil,
Unas pocas palabras ocultas detrás de unos pocos dientes,
Sabiendo que sus uñas son ahora de cartón, viento y un tren,
El pelo sacudido por vapores horizontales, toscos, indecisos.
Empapeló esa "mañana" y la guardó en el ropero con las otras,
Sus ojos limpian con lavandina las hurañas pestañas, blancas,
Dios sigue cayendo por su pierna rumbo a mi pie compasión,
Dios atraviesa cada suelo. No ríe porque nunca fue humano.
La bendición de una hojalata, el camino de la fruta caída,
No hay pecado, nunca lo hubo, no hay misas, no hay inciensos.
A lo sumo, la grosera palabra, la que hiere, “arena y aire”
“arena y aire”, la caracola sombra del pañuelo que le seca,
Su frente buscacielos, su menton buscasuelos, una vena,
Nunca termina, tampoco vuelve,
Y como todos los domingos escuchar sentados en una puñalada.
23 dic 2010
Sabes extraña amiga
Soy la gota, me deslizo en tu cabello noche negra,
Respiran mi piel, mis músculos, mis huesos,
El estricto sonido del reloj no se da cuenta, partí,
Atravieso mil mares y aquella ola dulce voz,
Tan cerca y no lo sabes, la brisa de tus manos al moverse,
Afilo la uña tibia, un pequeño corte y entro a tus sueños,
No lo sabes, juro no lo sabes, cercana amiga,
Fui tormenta, trigo bailarín, hojas y cuencos,
Recorrí toda tu mirada, salpique azúcar cerca de tus pasos,
Sé que no seré poeta, solo soy estas palabras apuñadas, en tus pupilas,
He lavado tu alma con mis labios, la tengo que secar con el olvido,
Así ha de ser, no puedes recordarme, dibujo aguaceros de sonrisas,
Así ha de ser, siempre tan cerca, acarició al sueño, lo saludo,
No lo sabes, juro no lo sabes, extraña amiga,
Te aguardaba, latidos en un vientre y ese llanto,
No lo sabes, juro no lo sabes, la mañana, si, la mañana.
La mañana, lo sé.
Amiga.
Soy la gota, me deslizo en tu cabello noche negra,
Respiran mi piel, mis músculos, mis huesos,
El estricto sonido del reloj no se da cuenta, partí,
Atravieso mil mares y aquella ola dulce voz,
Tan cerca y no lo sabes, la brisa de tus manos al moverse,
Afilo la uña tibia, un pequeño corte y entro a tus sueños,
No lo sabes, juro no lo sabes, cercana amiga,
Fui tormenta, trigo bailarín, hojas y cuencos,
Recorrí toda tu mirada, salpique azúcar cerca de tus pasos,
Sé que no seré poeta, solo soy estas palabras apuñadas, en tus pupilas,
He lavado tu alma con mis labios, la tengo que secar con el olvido,
Así ha de ser, no puedes recordarme, dibujo aguaceros de sonrisas,
Así ha de ser, siempre tan cerca, acarició al sueño, lo saludo,
No lo sabes, juro no lo sabes, extraña amiga,
Te aguardaba, latidos en un vientre y ese llanto,
No lo sabes, juro no lo sabes, la mañana, si, la mañana.
La mañana, lo sé.
Amiga.
20 dic 2010
11 dic 2010
En cada sueño, con uniformes celestes o con manos gelatina,
Con pechos aroma a sol o soldados de espinosa lana,
Con saliva de cristales vertebrados o relojes desmayados.
Siempre está.
Ella siempre está, es mujer lo sé, me mira lo sé, ríe lo sé,
Sola y trasparente, piel espuma, sentada o parada sobre un pan,
Con sus pequeñas manos que arrancan mil labios para un té,
A veces pinta paredes con manteca y azúcar, arroz y sopa,
Ella, con colores dorados entre piernas tibias, gordas, trémulas.
A veces toma una rodilla del sueño, la muele, la saborea,
Ella, con cabellera de lápices rojos y azules, sin violeta tampoco verdes.
Sabe que la he descubierto y afila su destreza escondedora,
Arroja olvidos ardientes a mis pies pero he mejorado mis saltos,
No sabe lo que sé, se vuelve cama sin hacer o una nube de alfileres,
En cada sueño la miro unos segundos y ella hierve odios e insultos,
Tiene miedo ¿acaso he inventado para ella cada miedo de mármol?
Llenamos vasijas de silbidos y temores, ja, su rabia papel biblia,
Cuanto más invisible se vuelve más la puedo ver, y soy ciego ahora,
Hay un último beso a las almohadas, el despertar es un fósforo negro.
El ultimo intento antes de mis pestañas mariposas,
Le arrebato su luna, hoy la llevaré en mi bolsillo, ahora tú me lees, esto escribo,
Río, ella ríe también, supongo, lo que era luna son tornillos con tuercas saladas.
Con pechos aroma a sol o soldados de espinosa lana,
Con saliva de cristales vertebrados o relojes desmayados.
Siempre está.
Ella siempre está, es mujer lo sé, me mira lo sé, ríe lo sé,
Sola y trasparente, piel espuma, sentada o parada sobre un pan,
Con sus pequeñas manos que arrancan mil labios para un té,
A veces pinta paredes con manteca y azúcar, arroz y sopa,
Ella, con colores dorados entre piernas tibias, gordas, trémulas.
A veces toma una rodilla del sueño, la muele, la saborea,
Ella, con cabellera de lápices rojos y azules, sin violeta tampoco verdes.
Sabe que la he descubierto y afila su destreza escondedora,
Arroja olvidos ardientes a mis pies pero he mejorado mis saltos,
No sabe lo que sé, se vuelve cama sin hacer o una nube de alfileres,
En cada sueño la miro unos segundos y ella hierve odios e insultos,
Tiene miedo ¿acaso he inventado para ella cada miedo de mármol?
Llenamos vasijas de silbidos y temores, ja, su rabia papel biblia,
Cuanto más invisible se vuelve más la puedo ver, y soy ciego ahora,
Hay un último beso a las almohadas, el despertar es un fósforo negro.
El ultimo intento antes de mis pestañas mariposas,
Le arrebato su luna, hoy la llevaré en mi bolsillo, ahora tú me lees, esto escribo,
Río, ella ríe también, supongo, lo que era luna son tornillos con tuercas saladas.
9 dic 2010
2 dic 2010
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