Tú y tu corazón escupe moscas, pero primero las llenas de astillas,
Mi gato fabrica una y otra vez todas tus sombras, no sé cansa,
Corro a tu costado, mantengo una distancia de trece metros, tranquilo,
Tus piernas son bellísimas, no las ocultas, saltas y saltas, sin ropa,
Solo a ti se te ocurre meterte en un bosque con demasiados búhos,
Te pedí que trajeras la luna, sonreíste y pusiste cara de olvido,
Te sientas en el tronco mas antiguo, ocres mariposas perecen aplastadas,
Me miras, no sé como puedes erguir tu cuello tanto ¿para mirarme desde arriba?
Me siento en una rama de un abeto, creo, ahora te miro yo en lo alto,
Empecemos, dije, me recriminaste con una tonelada de silencios,
Mi garganta se dio vuelta, compuse ciento veinte respuestas para no decirlas,
Tú y tu costumbre de mover tu piecito, tres lobos feroces se quedaron a esperar,
Tus pezones me miraban a través de la camisa blanca, cerraste los ojos,
Tus parpados siempre me niegan tus ojos cuando estas enojada ¿Como sos?
Todas las veces tengo que llevar tu canasto con reptiles adormecidos,
Empiezas a comerte las uñas, siempre hay un relámpago cuando lo haces,
Sé, lo sé bien, terminaré rescatándote, lo haces para angustiarme,
Que historia idiota, no abras las piernas ni desabroches tu camisa, no, te dije,
Vete ahora yo arribaré cuando llegue mi turno, no, no te daré un beso redondo,
Vete, nadie tiene que saber lo nuestro, es un secreto entre tu y yo y una mofeta,
Si ves a tu nieta con la caperuza roja dile que se apure, que no busque más flores,
Quiero terminar esta escena repetida, siempre histéricos los dos. Vamos , vamos.
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