9 abr 2010

Dobló el firmamento en dos, y le doy la forma de una espada estrellada,
Siento que mis dedos se han creído que son sumamente fuertes,
Mi cuello se agita, grita a mi cabeza, grita a mis pies, ¿Y el piso?
Un suelo de planetas de agua hirviente y los brazos más lejanos que nunca,
Un tímido homicida de lunares reconoce su imagen en el agua, no se arroja, no se ahoga,
A la altura de mis ojos los mas jugosos pechos se inflan sin parar, no llego,
Mi balsa de pelos inflamados me confunde, el río abierto solo produce remolinos,
Soy frágil, acabo de aprenderlo, el viento parece vidrio desecho, camino de tanto caminar, mi luna,
Mi luna de piel de pétalo azul, mi luna de huesos de carnero, no la entiendo,
Sobrevivo a la noche, escondido debajo de una inspiración profunda,
Todos los ángeles me dan su espalda, admiro sus alas de cometas temblorosos,
Me tomo de un árbol y subo a él, sé que respira como yo, lluvia y gotas,
Me quedaré allí hasta que el universo se vuelva blanco, después no sé,
En realidad casi nunca sé.

2 comentarios:

MaLena Ezcurra dijo...

Yo también me quedaré allí, entre el inexistente blanco.

Soy vulnerable.


Beso va Leiro.


M.

Carlos Leiro dijo...

lo sé,
beso que ha llegado y ha sido guardado

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