De noche las palabras “palabra” y “deliberación” son más saladas

Puede que el hecho de que las estrellas pasten linternas acentué esta sensación.

Que es nada más que una sensación temporal, pues todos estamos seguros solo una milésima de segundo después de cada afirmación.

Me fui, estaba inspiradísimo y un león vestido de Novia se comió las nueve musas.

Y ahora el león esta en el baño disecando instantes indeseados de una mujer que dice ser nieta natural de Perón y Agatha Christie, y lo enfatiza con incisivos gritillos que parecen salidos de un delfín esquizofrénico.

Ya me fui otra vez, contando frugalidades, hechos comunes y silvestres de una noche común y silvestre en un mundo común y silvestre y de un universo común y silvestre.

¿Por qué soñé con un experimento físico/químico en donde había una microlámpara que hacia que un liquido hirviera a menor temperatura si variar la presión atmosférica?

Nada mas por hoy y recuerden escribir cien veces en las nieves de un Kilimanjaro bonsái: “No debo hacer soñar a Oriel Zolrak que escribe intentos de poemas mientras está soñando que Maria Grazia Cuccinotta amaza fetuccinis en mi espalda y su frente llovizna en mi nuca labios felpa y labios latido y labios save the whales y mas labios otros”

Oriel Zolrak