Se compró el sombrerito, era lindísimo, y además mágico
Todos los pensamientos feos se acumulaban en el sombrero y lo volvían negro.
Todos los lunes, a la tarde, lavaba el sombrero en el río que estaba en el sur de la ciudad.
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2 comentarios:
so cute...quiero uno asi para mi, all washable
Uh... si pudiera nene,,,lavar el sombrero cuando se me llena de malos pensamientos..
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