17 feb 2008

Y mi paladar anocheció,

Sentado, con labios llenos de olvido,

Con el silencio de la luz dormida y turbia,

Noche oscura mi piel,

Noche oscura mi pelo,

Las gotas no se ven de noche,

Anocheció también la vena tibia,

Lento caminar de vieja sangre,

El moho estancado debajo de la aorta,

Palabras perdidas trabadas en la espalda,

Una sonrisa de dolor y la garganta,

Y ese pie que guarda caminatas en su empeine.

Uñas bien cortas, y un tacto herido

De tantas estocadas de letra y boca.

Suspiro azul que vigila pulmones,

Absurdo, extraño, increíble, inútil,

Cuatro palabras caídas de un pensamiento,

Justo antes de dormir sin saber si recordaré el sueño al despertar.

3 comentarios:

J.- dijo...

Por el momento no puedo decir algo del {Todo} de este texto...Quizas porque supuran demasiadas totalidades que la estructura finita mia no se atreve.
Pero de las particularidades latentes me guardo esta imagen silente, para que camine junto a mi.

Lento caminar de vieja sangre,

El moho estancado debajo de la aorta,

Palabras perdidas trabadas en la espalda,

Una sonrisa de dolor y la garganta




Como se traba el ahogo entre las venas.
esa angustia irreproducible
y lo agridulce exasperante.
Y todo entre el cerebro y la garganta.


me ha gustado mucho...
Juje.

J.- dijo...

Como vigila un suspiro azul
como es?
me pregunto si frio, si tiene ese hielo seco que ahoga cuando el aire no sabe si entrar o salir ...

Cuales son las palabras que se caen de los pensamientos...


Sigue el tacto herido.
Los pulmones, las letras, el alma.

De cual lado es real, de cual otro pesadilla...

Tenes razon, es verdad que los paladares anochecen.


Admire este texto...

Carlos Leiro dijo...

Esta bien eso de que lado es lo real y de que lado la pesadilla.
Quizas tambien ¿de que lado es la pesadilla y de que lado el sueño, limpido, franco, inevitable?

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