Oriel ZolraK Die Another day solo se vive dos veces en Diamantes para la eternidad

Zolrak se ve en problemas en 1924, no tiene dinero, ni novia, ni perro, ni Windows 95. Sus amigos lo ignoran, tanto es así que borran su nombre de la guía michelín.
No puede dejar de fumar, esto daña mas su salud ya deteriorada por el abuso de empanadas salteñas, se encierra en su baño bajo 5 cerraduras para no tentarse con los cigarrillos. En el decimoséptimo día se fuma el cepillo de dientes, esto le trae alucinaciones propias de un Chaman, se ve a si mismo como una vagina gigante, y el hecho de desconocer cuando llegara el periodo lo intranquiliza demasiado. En día 34 se fuma el inodoro, nadie sabe que método utilizo para que el mismo combustionara, sus alucinaciones son tan terribles que llega a creer que los norteamericanos luchan por la paz y la justicia, que las mafias rusas están dirigidas por la madre Teresita de Calcuta del Polonio 210.
En el día 73 se fuma la cortina de baño introducida en el caño que la sostenía, para esto toma una posición muy extraña (combinación Yogui, oso yogui, y Babosa epiléptica) y se fuma la cortina de una sola pitada.
El resultado de dicha pitada es descomunal, sale flotando, atraviesa la claraboya del baño sin abrirla, y los vientos alisios lo llevan al aeropuerto Charles Degaulle. Aquí surge un conflicto internacional pues no le dan permiso de aterrizaje, porque a Zolrak no le gusta el queso, y además no cumple con las normas Iso 555. Calmo como una gaviota y rápido seca sus botas,
blasfema una nota y apaga el reloj continua siguiendo las directivas de su navegador satelital. Llega a Rosweell, donde unos obsesivos ufólogos espilberianos lo secuestran pensando que se trata de un extraterrestre.
Entre reverencias y secretos a cuatro manos, tratan de hacerle un autopsia a lo Chiche Gelblung, él no sabe como demostrar que aun esta vivo, baila flamenco y canta: Cosi cosi , cosi cosa, cada día que te quiero mas …. para que vean su vitalidad. Los doctores dudan en tomar esas convulsiones como movimientos post mortem propios de un extraterrestre o como propios de un lenguaje corporal aprendido en un taller de terapias alternativas de Palermo Soho. Entonces recita a Walt Whitman, peor aun los médicos le descargan una artillería de dardos tranquilizantes con un Bazooka sin horoscopo.
Llegan los militares de la Base Andrews, todos con anteojos negros, Zolrak en estado desesperante pide un 43/70. El general Lee Harvey Butteroil toma el pedido de Oriel Zolrak como declaración de guerra, y con voz de truco, pero con acento de Texas, le canta: Quiero!!!!!!.
Situación adrenalinica y de serie tipo Bonanza, cuando Hose estaba sin habichuelas. El aire se corta como dulce de membrillo, están todos pegoteados pero mal. Zolrak en pleno síndrome de abstención tabaquistica se fuma un sargento del comando siete de Infantes de marina de Laredo. El general enfurecido y con el rostro en erupción de fístulas supurantes decide…..


…..No continuará….