2 dic 2006


Ayer decidí hacer un cambio importante en mi vida. Fui a trabajar con mis dos gatos agarrados con sus uñitas en mi espalda. Para lograr eso de ellos tuve una larga noche de dialogo con ellos y utilizar todos los conocimientos obtenidos en mi ultimo curso “Negociación con vertebrados” dictado por el Gurú Piter Drackat. Por supuesto que aceptaron y a las 7:55 del lunes estaban bien agarraditos en mi espalda con sus 40 uñas bien clavadas en mi carne.

En el subte una señora que leía La Nación me dijo:

- Señor, dos gatos están aferrados a su espalda

- Lo se, son mis gatos, Perseo y Tabloide, mi perro Vinagre no está porque no es hábil con sus uñas

- Ahhhh.

El primer problema al llegar a la oficina fue deshacerme de mi costoso sillón de 18000 euros de cuero de Tortilla española y cambiarlo por un banquito sin respaldo por cuestiones obvias. Luego los gatos empezaron a maullar y organizar un corte de ruta entre mi oficina y el baño (suelo peinarme el jopo cada 47 minutos aprox). Tabloide sobornó a uno de mis mas empeñados empleados para que llamara al sindicato de trabajadores gatunos para que enviaran unos bombos y un par de pasacalles alusivos.

… no continuara….

2 comentarios:

Flor dijo...

y te armaron una huelga ?

si necesitas un negociador colectivo me ofresco ...

Carlos Leiro dijo...

si armaron una huelga de varios pisos, pero les quedo asi como medio feota y les dije y ahora la van hacer de nuevo pero bajo normativas Iso 9004 / 08

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