No soy economista, ni financista ,menos especulador. profesión CURIOSO y me encontré este fin de semana con esto.
Fui aumentando más y más mis posiciones cuando me di cuenta de que mis superiores me cubrirían, por su propio beneficio y por el del banco. A finales de 2006 tomé por primera vez posiciones de venta por valor de varias docenas de millones de euros en el índice bursátil alemán Dax, posiciones que liquidé en febrero de 2007, con un beneficio de 20 millones de euros. Desde el negocio con las acciones de Allianz, mis superiores jamás volvieron a llamarme a capítulo. Siempre obtuve beneficios elevados. Al cabo de tres años, los jefes habían elevado mis objetivos un 1.700%. Eso demuestra que sabían exactamente lo que estaba ocurriendo.
“Nadie sabe lo que se oculta en los balances de los bancos. Son completamente impenetrables. Se tarda un segundo en invertir 150 millones de euros. Cuatro en invertir 1.000 millones. Es algo que sucede tan rápido en el ordenador que se pierde el sentido de las cantidades manejadas. El mercado internacional es tan grande que absorbe cualquier orden en cuestión de segundos. La rueda gira cada vez más deprisa, se ha vuelto loca.”
Estos dos párrafos los cuenta en un reportaje (El Pais de España, 22/11/2010) el francés Jérôme Kerviel (33 años) empleado y especulador el gran banco parisiense Société Générale, ahora preso por ser el “único malo de la pelicula ”.
Yo no tengo dudas que su accionar tuvo el visto bueno te todos sus jefes y de la dirección del banco. Claro perdió y se perdieron en muy poco tiempo 50000 millones de euros. Alguien tenía que pagar.
"Es un hecho incuestionable que los robots financieros han transformado el mercado para siempre, dominan el corto plazo y han provocado que los últimos tres años estén siendo los más difíciles de la historia para los pequeños inversores", afirma José Luis Cárpatos, un experto en operativa de corto plazo.
Una de las consecuencias de esta operativa masiva informatizada, en la que todos los programas se posicionan en la misma dirección con el objetivo de adelantarse al resto es lo que se llama flash crash. Se trata de bandazos espectaculares en valores en cuestión de segundos, como el que sucedió en mayo pasado cuando Procter & Gamble perdió un 37% en cuestión de segundos.
Los sistemas HTF son los grandes jugadores de la robótica financiera. Su desarrollo cuesta millones de dólares y están solo al alcance de unas pocas grandes firmas de inversión, que Cárpatos cifra en unas 15 en todo el mundo.
El grado de competencia es tal que ahora la batalla está en colocar los servidores HTF lo más cerca posible de los servidores de las plataformas donde transcurre la negociación. Ya no es una cuestión de segundos, sino de milésimas.
Robots financieros, los nuevos señores del corto plazo ( www.cincodias.com, 22/11/2010 )
Los sistemas automáticos copan más del 60% del negocio bursátil mundial en medio de una creciente controversia sobre su capacidad para desestabilizar al mercado.
Viendo estos tres párrafos me pregunto ¿esto es lo que queremos?
Especulaciones frenéticas que en microsegundos pueden producir enormes “Daños colaterales” (por decirlo como en el lenguaje de guerra utilizado en estos tiempos) en la economía real.
¿Todo esto es lo todo lo que hemos aprendido?
¿Nada más? ¿Este es el crecimiento de los seres humanos?
Estas desesperadas carreras financieras, con enormes caballos de terabites, sin producción de nada, sin creación social, solamente con el fin de ganar toneladas de dinero en microsegundos y perder esas mismas toneladas o mas en otros microsegundos posteriores, y así, y así, con continuidad, sin pausa, dejando el tendero en el camino.
¿Es esto lo que se espera de ese movimiento llamado progreso que llevaron a nuestros antepasados a luchar por derechos e igualdad?
¿Decisiones enloquecidas de miles y miles en periodos cortísimos?
¿Micro bombas nucleares financieras?
¿Esto es lo que hemos crecido como seres humanos?
¿Es este el único camino que emprendimos y continuaremos emprendiendo?
¿Esta es toda nuestra sabiduría?
Todas las operaciones, resultados, ganancias, perdidas, que antes se producían en todo un año siento que ahora toman una semana o menos.
¿Que datos reales de economía, de producción, de desarrollos, de sociedades, de puestos de trabajo, de daños ecológicos, de la sociedad en su conjunto se tienen en cuenta?
Empresas que tienen años en la sociedad, con tradiciones propias, con relaciones con la comunidad, desaparecen por arte de magia, porque unos señores calificadores de riesgos, desde sus patinados escritorios, deciden cuan peligrosas son las deudas de empresas y países para luego ser utilizadas estas calificaciones por especuladores
Asquerosos especuladores que juegan con empresas, países, petróleo y ALIMENTOS, para sacar sus tajada “sangrienta “ del día, sin ver , ni querer ver que los resultados que producen esas decisiones en las personas que cada día hacen su trabajo o no, porque ya tiene 45 o mas y ya son viejos para el mercado de trabajo
En un documental llamado la Corporación aparece un operador de bolsa de Nueva York diciendo que cuando los aviones chocaron contra las torres en el 2001 lo único que se le vino a la cabeza es tratar de comprar la mayor cantidad de oro posible sin pensar nada mas que las ganancias..
¿Esto es lo que queremos de nuestro presente y nuestro futuro y los de nuestros hijos?
¿Nunca sintieron que esto es nauseabundo?
Estas personas que están detrás de sus ordenadores buscando debilidades y puntos fuertes para hacer acciones en minutos, sabiendo que este juego que plantean les obliga a la continuidad absoluta, porque no se puede parar.
Me parece tan triste.
Claro pero esto es legal, y se afirma: si no lo hago yo lo hará otro y que etc. etc.
Esto apesta y lo que apesta llama a las moscas, y las moscas transmitirán desagradables enfermedades.
Pero, acaso ¿Ya no estamos enfermos?
Carlos Leiro, artista plastico ( http://carlosleiro.carbonmade.com/projects/2383784#1) y parte de una pyme de Buenos Aires que hace productos para repostería ( www.ledevit.com)
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