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Como un pulso, jadeante,
Intenso, buscando el arriba de una gota.
Pero resbala hacia un “clack” puntiagudo.
Pero no se rinde, se estira y se estira mucho,
Araña un cielo negro,
Que justo hoy está tan bajo,
Y que de pronto fue aspirado,
Respirado y exhalado en un rincón tibio.
Pido que no te rindas, por favor no.
Muy despacito atraviesa un pájaro tras otro,
Estos caen sobre un césped con espinas celestes,
Sigue, sigue atravesando pájaros,
Pero uno
Uno solo,
Ese uno es demasiado sólido.
Intenta e intenta,
Pero el ave continúa el vuelo intacta.
No llores, por favor no ahora.
Mañana, pero cuando escucha “mañana”,
Cuando escucha “mañana” lo devora,
Desenfrenado, agitado, con diente vidriado,
Destrozando, partiendo: Mañ, a, na.
Mañ cae a pocos metros,
A y na fingen salud quizás pudor.
Entra ya, buscan un culpable,
Alguien con rostro “cafeconleche”
Abajo, hecho una bolita bien abajo.
Sé, sé que duele todo, lo sé.
Pero no se dice
Pero no se dice, acá no.
Como un pezón, duro,
Salado, buscando los labios
y encontrar la lengua.
Encontrar la lengua, si.