De un tajo separó una ola, en el hombro hacia la casa roja,
Una mesa y una ola, herida, inconsciente, temerosa, temible.
Zurcir jirafas de lana clara con una bolita de plomo cada una,
Estirar la tela quebradiza, cortar, moler y espolvorear despacito,
Con un punzón y licor de piel de perlas construir dientes, pero no molares,
Con una cuchara hirviente descubrir el paladar y la garganta,
Machacar una jauría nocturna y un negro sapo, sangre y latido,
Se agita ya, hierba azucarada y se emborracha y duerme,
Piernas que tardan siglos en separarse, miel y azucenas despeinadas,
El halcón ya vomitó las pupilas y su pico se hizo nieve permanente,
Tras gatos sueñan los pensamientos futuros, tres gatos más las palabras,
Latigazos de hiedras, venas y arterias, dedos repetidos, la frente amplia.
Ellas, tres, entran sonriendo, lo despiden y me alejan, ellas hacen ahora.
Ríen y hacen.
Una mesa y una ola, herida, inconsciente, temerosa, temible.
Zurcir jirafas de lana clara con una bolita de plomo cada una,
Estirar la tela quebradiza, cortar, moler y espolvorear despacito,
Con un punzón y licor de piel de perlas construir dientes, pero no molares,
Con una cuchara hirviente descubrir el paladar y la garganta,
Machacar una jauría nocturna y un negro sapo, sangre y latido,
Se agita ya, hierba azucarada y se emborracha y duerme,
Piernas que tardan siglos en separarse, miel y azucenas despeinadas,
El halcón ya vomitó las pupilas y su pico se hizo nieve permanente,
Tras gatos sueñan los pensamientos futuros, tres gatos más las palabras,
Latigazos de hiedras, venas y arterias, dedos repetidos, la frente amplia.
Ellas, tres, entran sonriendo, lo despiden y me alejan, ellas hacen ahora.
Ríen y hacen.
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