setiembre
Las caderas acurrucadas en el mismo sillón, uno,
Un nido de quijadas y hierba masticada por un toro,
Empezar a hundirse, burbujas en gelatinas sin sabor,
Empezar a segregar saliva para recibir agua caliente,
Empezar a respirar tobillos también cilicios abandonados,
Dedos sobre madera, una y otra vez, para calmar dimensiones,
Y nadar, nadar dentro de solidas esquirlas, nadar solo nadar,
Con una dura uña despegar la mujer del muslo, que se derrame, vamos,
Armar en segundos la rejilla y la tubería gris que apunta a un mar,
Exprimir tejido, drenar sonrisas y pezones, coser, sellar,
Las caderas acurrucadas en el mismo sillón, seiscientos,
Arrancar los pocos blancos de un aljibe sereno, guardarlos, no sé donde,
Tratar de descifrar los secretos de todos los catarros, de aquí en mas o más,PD: Los temblores.
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