¿Puede la hoja de un árbol quebrar un cielo limpido?
¿Puede un amarillo partir un sonoro latido?
¿Puede un perfume secar lágrimas contenidas?
Tu boca,
Tus manos,
Tus oídos,
Acumulados en recuerdos de todos los horizontes,
¿Nunca has existido?
¿Robaré acaso las huellas de tus sombras, incontables?
¿Miraré el sol desde adentro, sin heridas, sin cegarme?
¿Caminaré mis órganos desde el corazón hasta alguna finísima vena?
Locuras que me llaman loco,
Multitud de cuerdos repitiendo senderos enloquecidos,
Ni pienses, arroja una piedra al seco río
Ni pienses, seca tu boca con una toalla olvidada.
Duele, si duele, si duele.
Respiro todas las definiciones de aire,
Pero exhausto, caigo justo arriba de la muerte.
Abrazo sereno,
Abrazo de tierra
Abrazo de “no me acuerdo”

Oriel Zolrak