5 oct 2007

Perdido en un bosque de pestañas,

Al amparo de una gota de mar salado y bajo olvido,

Hay una flor sin huellas, sin entrecejo,

Ay de una nuez que nunca se detiene.

Esa piel cortadora de tardes quietas y un dios,

Que siento como un tarascón de olvidos opacos.

Pequeños senderos secos, arrojados a un costado.

Aguas que esperan transparencias, sentadas en la sombra del pétalo.

No sé de poemas, ni de prosas, apenas

Palabras escupidas por dedos que hoy no tiemblan

Mordido y mordido una y otra vez,

Carne quejosa y vidrios en las letras.

Destellos de vida en gajos,

Espesor de mil ciudades,

Mis pies, tan lejanos siempre,

La espalda, grito y no decir,

El desorden, y un gato quieto,

El aire pesa mas al pie de la cama,

Debajo de mi pie un delgado paraíso,

Sostenido, vaya a saber como, sobre un infierno inundado,

No puedo detener mis manos,

Arrancaron garganta y una espera,

Imagino mi óseo caminar y río,

Imagino mi óseo caminar y lloro.

Sangre es la palabra de la vida,

Sangre es la palabra de la muerte.

2 comentarios:

Si, soy yo... dijo...

"Debajo de mi pie un delgado paraíso"... que imagen perfecta! y que linda manera de vivir. Gracias por compartir estas palabras.

Carlos Leiro dijo...

Gracias a vos por pasar Si soy Yo

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