25 feb 2007


Estoy sentado en el borde de un sueño

En el cielo siempre hay un joven con corbata de seda,

Quiere aserrar uno de los cuernos de la luna,

Transpira y rezonga por su traje Armani.

A mi lado una ilusión húmeda duerme lamiendo la arista del sueño

Una joven, con cabello francés, abre su vagina rosa,

En ella se ha cobijado un aleph tecnológico y el sueño de un Tokio sin Mishima,

La bella joven baila sobre un suelo transparente tan fino

Como el espacio entre sus botas púrpuras y el piso.

Puedo ver bajo su danza de Odile un montón de árboles caídos

Tallos, ramas, hojas y raíces cantan , cantan

Con lengua verde, negras letras de negros blues algodoneros.

Estoy sentado en el borde de un sueño

Y a lo lejos se prepara un desfile de mil caballos de Troya sin aqueos ni troyanos

Acero, filos, barro y sangre

El sonido de tendones cercenados llega más allá del gato que es horizonte

Puntas, sudor, piedras, y cortes

El olor a dientes arrancados desfila frente a los gritos tenores puestos en fila india.

Estoy sentado en el borde de un sueño

Esperando no sentir la espera viscosa que precede a otra espera

Mirando sin mirar el sol e imaginándolo tibio aun

Rascando ese tobillo que pica para que crea que hay un alrededor real.

Estoy sentado en el borde de un sueño.

Oriel Zolrak

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es de las cosas que te he leído que más me han gustado.

Un saludillo

Carlos Leiro dijo...

Gracias Marta. Andaluza, ¿ que tal sera el museo de bellas artes? Mucho Zurbaran.
Un beso

Fuera de lugar dijo...

Me ha encantado esta imagen dalística y el texto que la acompaña, lleno de metáforas, de alusiones a Jorge Luis Borges y demás. Gracias por visitar mi blog y dejar un comentario. Ahora yo andaré por aquí para leerte de cuando en cuando.
saludos desde México.
Lizzette

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