Pequeña gota que recorres aristas y poros
¿Duermes si me duermo?
Enorme cuando se fue,
Y sentado encima de la niebla no dije,
Contemplé inquieto aquella disolución,
Mis nervaduras atacaron como serpientes,
Pero la piel va cayendo en un balde oxidado,
¿Como inventar este espacio entre mis sueños?
Regalar acaso el tacto de mi mano.
Aquí, no se donde, ni quien,
Aquí generando saliva aguda,
Respirando aire con pelos y uñas viejas,
Ya he sido, trago y no digo,
Llega un otoño acaso rojo,
Llega y sabes que vuelve a irse,
Ya sin rostro, ni voz siquiera.
Sumerges tu cabeza en mar de piel,
Sin tomar aire suficiente.
Sin espalda
Sin
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