Dos, uno
Entre ambos un silencio opaco,
Una lengua pesaba demasiado,
Otra boca no se ha pintado hoy
¿Que era mejor? Mirar una mesita o una mejilla
Todo se ha congelado a vidrio,
Uno se sentara, conteniendo temblores,
El otro camina y camina con sus pies desnudos,
Todas las sentencias ya están desparramadas por el suelo,
Todos los cerámicos las van tragando despacito,
Una boca tremula amaga palabra tras palabra,
La otra boca humedece los labios inquietos y callados,
No habrá muertos pero habrá una muerte,
Uno cerrara la puerta desde dentro,
Otro deshara un camino bien por fuera,
Uno no se atreve a pedir,
Otro ya sabe lo que el otro no dirá.
Uno pide en silencio que el otro deje de frotarse las manos,
Otro no puede dejar de hacer aquello que siempre repitió sin saber
Uno tose y suplica que ese momento pase,
Otro, garganta de espinas, sin saliva.
Uno piensa en un chau pero dice adiós,
El otro oye un trueno y estocada.
Ambos piensan en la llave,
El que tiene que darla no la da,
El que tiene que pedirla no la pide,
Uno desea una mirada arrepentida,
Otro no mira más que el picaporte,
Uno atraviesa ese límite invisible,
El otro mira sin mirar mirando.
Un infierno acaba de crearse,
Vaya a saber en que uno o en que otro
Oriel Zolrak
5 comentarios:
excelente compañero.
porfa donde tienes la nave de los torpes pon floresliterarias.blogspot.com; la nave se hundió... era de esperarse con tanto torpe a bordo.
Ya esta
me gusto mucho esto...
Gracias J.
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