A Hora

Miremos dentro de la mirada.

Mi sangre sangra silenciosos espacios.

Basta, trata de escuchar…

No las voces de las húmedas gargantas cotidianas

Tampoco los gritos de hombres-dientes y mujeres-vientre

Sino el pequeño latido de una nube desinflada ahora.

Los escasos pasos de que da la mariposa antes de volar.

El intenso masticar de todas las olas invisibles y nocturnas.

El aire confundido por miles de vuelos que irán de sur a norte.

El descanso de una hoja herida y casi seca por un otoño imaginado.

El calor del recuerdo de aquellos músculos felinos agotados.

Sigue escuchando ahora…

Órganos incesantes que no sueñan sueños ni cortos ni largos

Orillas de lágrimas de una mujer que jamás será nombrada

La piel ya herida de un animal que será devorado y mañana será otro.

La prisa de un ser casi-naciente y vacilante en un útero calido.

Liquido nervioso que dejara de ser mar para ser témpano esta noche.

Mira ahora al fin esa extraña y solitaria mezcla de sonidos que eres sin darte cuenta