5 mar 2008

Podría intentar palabras ingeniosas, podría intentar un párrafo pacifista, podría hablar de cada uno de los tres países que están en juego y enumerar todo lo que nos dieron. Podría enumerar las miserias que uno cree observar en cada uno de ellos.

Pero solo sé que Colombia, Ecuador y Venezuela podrían entrar en guerra en pocos días.

Podría afirmar lo absurdo, lo estupido, lo horrible de la guerra.

Y por el contrario lo felices que deben estar los traficantes y vendedores de armas.

Pero lo real es que la guerra quiere pisar Sudamérica otra vez.

Guerra.

Allí esta, siempre presente, con piedras, hachas, flechas, lanzas, sables, espadas, fusiles, cañones, tanques, bombas, bombarderos, bombas nucleares.

Pero donde es el “allí” que habita,

Es acaso en el borde, en una arista olvidada, en un rincón sucio.

O es acaso el centro mismo de nosotros,

Allí en ese trono central que ni corazón ni cabeza alcanzan,

Siendo carne, latidos, huesos, tendones.

¿El mismo ser que besa es el mismo ser que mata?

¿De que color es la sangre del que mata y del que muere?

No entendí cuando fue Malvinas,

No entiendo ahora.

¿La paz es una pausa?

¿La paz es un acto teatral?

¿La épica es el canto triunfal después de limpiar la sangre?

¿Nunca Alejandro le pedirá a Diógenes que se corra porque le tapa el sol?

Aquiles, Odiseo, Ajax, Alejandro, Julio Cesar, Octavio, Gengis Khan, Carlo Magno, Enrique V, Napoleón, Bolivar, San Martin, Hitler, Mussolini, Che Guevara.

Todos han matado.

Casi todos son héroes, para unos o para otros.

Hay una escena en “Lawrence de Arabia”, en la que Lawrence ( Peter O´Toole), para evitar un posible conflicto entre tribus árabes rivales, debe matar, haciendo justicia, a un hombre que mató a otro hombre, un hombre al cual había salvado la vida arriesgando la suya. Lawrence toma el revolver y lo mata, se retira a un costado consternado, se le acerca su amigo árabe ( creo que era Omar Sharif) y le pregunta si se siente mal por haber matado, Lawrence contesta que se siente mal porque ha disfrutado matando ese hombre.

3 comentarios:

eika dijo...

Me ha tocado el lado sensible señor Leiro. En estos últimos días es horrible andar por la calle y detenidos en algún semáforo ver pasar a tu lado decenas de tanques, sentir muy bajo el zumbido de los helicópteros. La gente se mira temerosa sin decir una palabra, solo algunos se atreven a musitar: "se están yendo a las fronteras", "esto se lo llevó quien lo trajo". Y así estamos, viviendo en la zozobra. Pudiera mencionar tantas cosas, pero sería un post y no un comentario jeje.

Basta tomarse un café recién colado e inmediatamente uno se da cuenta de lo absurdo de la guerra.

J.- dijo...

La guerra es un negocio, en el que desgraciadamente se juega ademas de con los intereses economicos con muchas vidas, con muchas muertes.
Se preparan en varios focos miles de ejercitos, justo en este momento que nosotros navegamos en internet ajenos a todo.
Llamados equivocados entre bandos que se delatan, norteamerica al acecho de unas elecciones que van a definir mucho sobre nosotros.
Los debiles como siempre rehenes.


de cualquier manera mucho miedo me da la batalla en la que los ejercitos no pueden defendernos.
Y quizas esa si esta mas cerca de lo que creemos.

Lejos estoy de ser fatalista... Vivo mis dias felices, puedo decir que estoy donde quiero estar.
puedo decir que puedo cobijar un alma que desee.

Estamos cerca de ser depredadores depredados.
Tener un poco de la propia medicina.

El mundo tiene un curso indiscutible.

En donde no hay preguntas para los heroes, ni respuestas para los civiles.

quiero guardar lo que soy, lo que somos, no olvidarme nunca.
Nada.


Juje

www.juje.wordpress.com

Carlos Leiro dijo...

eika espero que todo se solucione. Podrias contarnos lo que ves y lo que te pasa con esto.¿Si no te molesta?
Eugenia, es real lo que decis, adhiero, me apena y me angustia.

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