30 ago 2007


Mi pie y mi pierna discutieron,

El deseaba pisar tierra firme, sin calzado.

Ella deseaba arrodillarse sobre agua espesa.

La discusión no tenía palabras,

Pero músculos y tendones se agitaban y temblaban, también temblaba el piso.

La pierna se contractura para evitar que el flujo sanguíneo llegara al pie.

El pie recordó un verso relatado por un idiota en televisión que hablaba de movimientos toracoabdominales y trató de aplicarlos a los músculos piernoideos.

La pierna empezó a sacudir al pie con el mas amplio deseo de despedirlo del cuerpo al que ambos pertenecían.

El pie jadeaba y rezaba a un mismo tiempo, jadeaba porosamente, rezaba a un dios pie.

La pierna se partió, el pie partió.

Cansado de mis extremidades que actuaron como revulsivo de mi crisis intrínseca,

Mire un rato televisión y me dormí sin pensar en osatura alguna.



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2 comentarios:

Anónimo dijo...

wow.. el eslabón perdido? No le aconsejo depilación definitiva.. le cobrarían fortunas. Espero su pié no lea a Clive Barker. Saludos.

Carlos Leiro dijo...

Mi pie lee a Narosky, por eso en una decisión unanime entre la camara de organos fundamentales, presidida por el riñon y la camara de parte del cuerpo al dope , presidida por el ombligo, tomamos como camino el quite de coolaboración y trabajo a reglamento. Pero al parecer el pie para desafiar esta sanción compro dos volumenes de Jorge Bucay y " Tus cayos erroneos".
Habra mas informaciones para este boletín.

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