
Fragmento de Ese y el ángel
Clic en la imagen para agrandar
For information in english please send email to : carlosleiro@zc.com.ar
Mi pie y mi pierna discutieron,
El deseaba pisar tierra firme, sin calzado.
Ella deseaba arrodillarse sobre agua espesa.
La discusión no tenía palabras,
Pero músculos y tendones se agitaban y temblaban, también temblaba el piso.
La pierna se contractura para evitar que el flujo sanguíneo llegara al pie.
El pie recordó un verso relatado por un idiota en televisión que hablaba de movimientos toracoabdominales y trató de aplicarlos a los músculos piernoideos.
La pierna empezó a sacudir al pie con el mas amplio deseo de despedirlo del cuerpo al que ambos pertenecían.
El pie jadeaba y rezaba a un mismo tiempo, jadeaba porosamente, rezaba a un dios pie.
La pierna se partió, el pie partió.
Cansado de mis extremidades que actuaron como revulsivo de mi crisis intrínseca,
Mire un rato televisión y me dormí sin pensar en osatura alguna.
Clic en la imagen para agrandar
Perdí mi centro,
Ayer una mujer botox dijo eso,
Yo también, yo también, perdí mi centro.
Bueno, también mi costado derecho,
Remataron mi oriente anteayer,
Y mis extremos están en una vidriera,
Extravié mí atrás en un sueño glaseado,
Mis bordes desertaron hacia algún interior,
Mi base es una gaviota arrojada contra un vidrio,
Cierta periferia persiste atolondrada,
Mi más alto se estrelló en un Boeing 767,
Jamás me enteré de algo parecido a una circunferencia,
¿Cual es el espacio que ocupan los gritos?
Y si te digo que si lees esto es porque ya no estas en el mundo de hace un segundo atrás.
Estas palabras solo las leen los que creen en que no creen con absoluta certeza.
Si, mira a tu alrededor y piensa que estupidez, pero te aseguro el mundo ya no es el mismo que el que habitabas.
Si puedes leer estas palabras es porque crees que crees que hay un yo, un él, un ellos y no lo crees del todo.
Desde tu centro hasta el donde puedas imaginar no hay intercalados.
Si llegaste hasta aquí ya es porque en tu fondo de tu cacerola humana hay una chispa de misterio que pica y pica.
Quieres saber, te da miedo saber, sabes que no alcanza saber porque solo sabrás lo que crees que podrás saber.
Si llegaste hasta aquí sabes que podrías creer que habitamos una maravillosa confusión inquieta y a veces terriblemente dolorosa.
Quizás en tu uña haya un resto de una gota que mojo el pie de Cristo.
O en tu pelo un resto de madera de un arca salvadora tan antigua.
Quizás una pizca de tu ultima exhalación fue parte de en estrella en ebullición ardiente.
Quizás pienses, y este tonto cree que puede escribir esto, quizás una milésima de mi dedo que acaba de teclear la letra “a” estuvo al lado de una traza de tu sudor frió en una pesadilla de ayer, siendo parte de aquel ojo ciego de alguien que pidió limosnas en un ciudad mas antigua que las romanas.
Sé que no sé escribir en serio.
¿Sé que no sé escribir en serio?
Hechizo de un pelo solitario que retiene mi mirada,
Un pelo que es eso tan extraño, ni vivo, ni muerto,
Pelo indefinible, exiliado de la piel de los buenos señores,
Pelo inmundo, cuando te empeñas en quedar con tus pares en el agujerito del lavatorio,
Pelo deseado y amado por los hombres cuando resistes en lo más alto del cuerpo,
Pelo malvado, cuando te atoras en la garganta de aquel lameante amante,
Pelo maldecido, por la dama que lo arranca de piernas y entrepiernas
Pelo entregador de amantes, cuando apareces en la camisa por descuido,
Pelo de gato, garrapata fina que se niega a dejar tranquilos los pulloveres,
Pelo soplón, repleto de ADN para hallar al asesino o al que desean que sea el asesino,
Pelo odiado, que se involucra en tu ojo y se niega al salvamento,
Pelo de marta, para que los pigmentos jueguen a una eternidad…
Ya me has mirado,
Cierro mis ojos,
Todos mis ojos de piel.
Corto tu ojo con agua derramada,
Como un viento de letras sin sombra,
Arranco tus imágenes,
Las seco de palabras y frases.
Hago trizas los labios que hablaron hace un siglo.
No alcanza.
Extraigo todas las miradas de un cuerpo prohibido,
Quito los colores,
Quito todos los colores.
Ni sepia, ni magenta.
Los cuerpos tiemblan cuando pierden los colores.
Arranco las líneas de las venas,
Masticar líneas hasta hacerlas puntos.
Sigo y sigo extrayendo memorias equivocadas,
Las arrojo a cielos de planetas no formados.
Quemo dolores en pequeñas vasijas de hueso.
Quito y quito y quito,
Pensamientos circulares que devoran los tendones.
No lloraras como un Ulises arrepentido.
Tus lágrimas futuras han sido corrompidas.
Tus sueños nacieron antes y volaron lejos.
Tu piel solo es presente.
Si no conocen Cuadros de una Exposición, presten sus oidos. Fui al Teatro Colon a escucharla en vivo, se me caian las lagrimas